«Medición de la Pobreza en Paraguay: Desde la Línea de Pobreza hasta el Enfoque Multidimensional»

Por Fabrizio Núñez Vergara y Rossana Molinas

14 minutos

La pobreza es un fenómeno complejo que afecta a millones de personas en todo el mundo, y Paraguay no es una excepción. Medir la pobreza de manera precisa es fundamental para comprender su magnitud y características, lo cual es crucial para diseñar políticas públicas efectivas y programas sociales que aborden verdaderamente las necesidades de las personas vulnerables.

Este artículo tiene como objetivo explorar las diferentes herramientas y metodologías utilizadas para medir la pobreza en Paraguay y analizar por qué estas mediciones son primordiales. Desde el método tradicional basado en la línea de pobreza hasta el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM), cada enfoque proporciona una visión trascendental para comprender y combatir la pobreza.

Para sumergirnos en las distintas herramientas de medición de la pobreza en Paraguay, es pertinente realizar un breve repaso en la evolución histórica de los conceptos relacionados a la pobreza. La conceptualización de este fenómeno sufrió diversas transformaciones a lo largo de la historia, lo que implica un cambio en el entendimiento socioeconómico, su medición y las respuestas políticas en distintas épocas.

De acuerdo con Bazán Quintero & Hernández (2011), durante mucho tiempo, la pobreza se entendía principalmente como la falta de ingresos suficientes para satisfacer las necesidades básicas de las personas. Esta visión fue dominante desde la época victoriana hasta mediados del siglo XX, cuando emergieron enfoques más complejos y que consideran aspectos más allá de lo monetario. A partir de las últimas décadas del siglo XX, la comunidad académica y los organismos internacionales comenzaron a abogar por un enfoque multidimensional para estudiar la pobreza. Figuras influyentes como Amartya Sen (1987) fueron pioneras en este cambio de paradigma, argumentando que la pobreza debe entenderse no solo en términos de carencias económicas, sino como una falta de “capacidades” que permitan a los individuos vivir una vida que valoran. Muchas de las capacidades que requiere una persona, están garantizadas como derechos, por ende, la situación de pobreza es el resultado de la falta de acceso a los derechos (Naciones Unidas, 2012).

Esta reconceptualización impulsó el desarrollo de herramientas de medición que incorporan diversos indicadores relacionados con la salud, la educación, el acceso a servicios básicos, entre otros aspectos. Además, como sugiere Spicker (1999), la pobreza debe ser contextualizada dentro de cada sociedad, teniendo en cuenta una amplia gama de privaciones y desigualdades que varían significativamente a través del tiempo y el espacio.

Historiadores como Eric Hobsbawm (2003) y economistas como Enrique Dussel Peters (1993) analizaron cómo las decisiones políticas y económicas, especialmente en los países ricos, influyeron en la persistencia y evolución de la pobreza, a menudo desviando la atención de sus causas estructurales y de cómo se mide. Estas figuras proponen la necesidad de revisar y adaptar constantemente las herramientas de medición para reflejar de manera más precisa la complejidad de la pobreza.

En Paraguay, la medición tradicional de la pobreza se basa en el método de la Línea de Pobreza. Este método compara los ingresos per cápita de los hogares con los costos de una Canasta Básica de Alimentos para la pobreza extrema y una Canasta Básica de Consumo para la pobreza total. Esta forma de medición refleja la insuficiencia de recursos para alcanzar un bienestar adecuado. Según el Instituto Nacional de Estadística (2023), la pobreza monetaria se calcula teniendo en cuenta los resultados de la Encuesta Permanente de Hogares. Este enfoque resulta útil para proporcionar un punto de vista general de la pobreza basada en los ingresos, pero tiene limitaciones significativas al no considerar otros aspectos importantes del bienestar humano.

La figura 1 muestra la población en tres categorías según sus ingresos: no pobres, pobres no extremos y pobres extremos. La sección superior, en verde marino oscuro, representa a los no pobres, aquellos con ingresos suficientes para cubrir necesidades básicas y alimentarias. La línea punteada que separa esta sección de la intermedia marca la Línea de Pobreza (Canasta de Consumo Normativo). La sección intermedia, en verde oliva, indica a los pobres no extremos, cuyos ingresos cubren solo las necesidades alimentarias. La línea punteada inferior define la Línea de Pobreza Extrema (Canasta de Consumo Alimentario), separando a los pobres no extremos de los pobres extremos, en verde oscuro, que no alcanzan a cubrir siquiera las necesidades alimentarias básicas. Este gráfico visualiza claramente los umbrales de ingresos que determinan las diferentes categorías de pobreza.

Figura 1. Conceptualización de la línea de la pobreza y de la pobreza no extrema en Paraguay.

Fuente: Elaboración propia con datos del Instituto Nacional de Estadística (2023).

Siguiendo al Instituto Nacional de Estadística (2023), la Canasta Básica de Consumo incluye una variedad de bienes y servicios esenciales que una familia necesita para alcanzar un nivel de vida adecuado. Esta canasta no solo considera alimentos, sino también otros elementos cruciales como vivienda, transporte, educación, vestimenta y atención médica. La selección y cuantificación de estos bienes y servicios se realizan con base en los patrones de consumo observados en los hogares paraguayos, según los datos de la EPH. El costo total de esta canasta se compara con los ingresos de los hogares para determinar si estos pueden cubrir sus necesidades básicas.

Por otro lado, la Canasta Básica de Alimentos se centra exclusivamente en los productos alimenticios necesarios para satisfacer los requerimientos nutricionales mínimos de una persona. La construcción de esta canasta se basa en recomendaciones nutricionales y en los hábitos alimentarios prevalentes, también informados por los datos de la EPH. El objetivo es asegurar que las familias tengan acceso a una dieta balanceada que les permita mantener una buena salud.

El gráfico 1 muestra la evolución de la pobreza y la pobreza extrema en Paraguay a nivel nacional desde 2016 hasta 2022. Mientras que la pobreza general incluye a aquellos que enfrentan diversas carencias económicas, la pobreza extrema se centra específicamente en la falta de acceso a una nutrición adecuada. Estos indicadores son cruciales para diseñar y evaluar políticas públicas destinadas a reducir la pobreza en sus diferentes manifestaciones y asegurar un desarrollo inclusivo y sostenible.

Gráfico 1. Evolución de la pobreza monetaria en Paraguay durante el periodo 2016-2022.

Fuente: Elaboración propia con datos del Instituto Nacional de Estadística (2023).

La línea verde representa el porcentaje de la población cuyos ingresos son insuficientes para cubrir una Canasta Básica de Consumo, que como se mencionó previamente, incluye no solo alimentos, sino también bienes y servicios esenciales no alimentarios, como vivienda, educación y transporte. Por lo tanto, la línea de pobreza captura la incapacidad de los hogares para alcanzar un nivel de vida que asegure el bienestar y la dignidad humana.

La línea de color amarillo representa el porcentaje de la población cuyos ingresos son insuficientes para cubrir la Canasta Básica de Alimento, la cual está diseñada para satisfacer las necesidades calóricas mínimas y garantizar la salud básica. La insuficiencia de ingresos para cubrir esta canasta pone en evidencia la gravedad de la vulnerabilidad y la inseguridad alimentaria en la población afectada. En este contexto, la pobreza extrema representa una situación crítica que requiere atención urgente para asegurar que todas las personas tengan acceso a una alimentación suficiente y nutritiva.

Además de las mediciones basadas en la Canasta Básica de Consumo y la Canasta Básica de Alimentos, el indicador de Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) se utiliza para proporcionar una perspectiva más amplia de las condiciones de vida de la población. El NBI se calcula utilizando varios indicadores que evalúan la satisfacción de necesidades básicas en los hogares, basándose en datos del Censo Nacional de Población y Viviendas y la Encuesta Permanente de Hogares (EPH). Los componentes clave del NBI incluyen la calidad de la vivienda (material de construcción y hacinamiento), la infraestructura sanitaria (acceso a agua potable y saneamiento), el acceso a la educación (asistencia escolar y alfabetización de adultos) y la capacidad de subsistencia (empleo e ingresos). Los hogares que presentan carencias en uno o más de estos indicadores se clasifican como hogares con necesidades básicas insatisfechas (Dirección General de Estadística, Encuestas y Censos, 2012).

La relación entre estos indicadores es importante para una mejor comprensión de la pobreza. Mientras que las líneas de pobreza y pobreza extrema cuantifican la capacidad de los hogares para satisfacer sus necesidades económicas, el NBI revela carencias en aspectos esenciales de la vida cotidiana que no siempre están directamente relacionadas con los ingresos.

Reconociendo las limitaciones de la medición basada solo en ingresos, Paraguay avanzó en los últimos años hacia una medición de la pobreza multidimensional. Esta metodología incluye dimensiones adicionales como trabajo y seguridad social, vivienda y servicios, salud y ambiente, y educación.

En 2021, el INE presenta por primera vez los resultados del Índice de Pobreza Multidimensional (IPM). Este índice se introduce como un complemento a la medición tradicional de la pobreza monetaria. El IPM adopta un enfoque más amplio y profundo, centrándose en las múltiples carencias que los individuos pueden experimentar en diversas áreas de su vida. Esta perspectiva integral permite identificar con precisión las áreas de privación, lo que facilita el diseño y seguimiento de políticas públicas eficaces orientadas a la reducción de la pobreza.

El IPM es una herramienta ampliamente utilizada en América Latina para identificar y medir la pobreza. Este índice se basa en cuatro dimensiones y quince indicadores, utilizando datos de la Encuesta Permanente de Hogares Continua (EPHC) y tomando el hogar como unidad de análisis. El IPM no solo identifica quién es pobre, sino que también determina el grado de privación que sufre una persona en varias dimensiones de su vida. Estas dimensiones, que son agrupaciones conceptuales de los indicadores, facilitan la interpretación de los resultados (Instituto Nacional de Estadística, 2023).

El método utilizado para crear el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) fue desarrollado por Sabina Alkire y James Foster (Alkire y Foster, 2007, 2011), y se basa en la teoría de las Capacidades de Amartya Sen. Este enfoque determina quién es considerado pobre según un conjunto definido de privaciones que experimenta una persona, y posteriormente, mediante un método de agregación, presenta una categoría intuitiva cuyas medidas de pobreza pueden ser desglosadas.

El IPM complementa la medición de la pobreza monetaria, ayudando a identificar privaciones para reducir la pobreza y diseñar políticas públicas. La fuente principal de datos es la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), que proporciona información sobre vivienda, servicios, salud, educación, trabajo e ingresos. En Paraguay, la identificación de pobreza se realiza a nivel de hogar, y las dimensiones del IPM se seleccionan por su relevancia para políticas públicas y disponibilidad de datos, siguiendo el Enfoque de Capacidades de Amartya Sen, que define la pobreza como la falta de capacidades básicas necesarias para una vida digna (Instituto Nacional de Estadística, 2023).

El gráfico 2 muestra la evolución de la pobreza multidimensional en Paraguay desde el año 2016 al 2022, proporcionando una perspectiva de cómo las privaciones en varias dimensiones del bienestar afectan a la población.

Gráfico 2. Evolución de la pobreza multidimensional en Paraguay durante el periodo 2016-2022.

Fuente: Elaboración propia con datos del Instituto Nacional de Estadística (2023)

La línea verde oscuro indica el promedio de la proporción de privaciones que sufren las personas consideradas pobres multidimensionalmente. La intensidad de la pobreza refleja la severidad de las privaciones. Un aumento en la intensidad sugiere que, en promedio, las personas pobres están enfrentando más privaciones en diversas dimensiones, como salud, educación y nivel de vida.

La línea roja muestra el porcentaje de la población que es pobre en múltiples dimensiones. La incidencia de la pobreza multidimensional refleja la extensión de la pobreza, es decir, la proporción de personas que son consideradas pobres cuando se consideran múltiples dimensiones del bienestar.

El proceso de cálculo del IPM incluye definir el propósito de la medida, la unidad de identificación (individuo u hogar), las dimensiones e indicadores, los cortes de privación de cada indicador, los pesos de las dimensiones e indicadores, y el umbral de pobreza multidimensional. Finalmente, se identifica a las personas en situación de pobreza multidimensional mediante el cálculo de la incidencia (H) y la intensidad (A) de las privaciones, resultando en el índice IPM que es el producto de H x A (Instituto Nacional de Estadística, 2023).

El gráfico 3 muestra una comparación entre la pobreza monetaria y la pobreza multidimensional en Paraguay durante el año 2022. La comparación es crucial, ya que permite identificar no solo la insuficiencia de ingresos, sino también las múltiples carencias que afectan el bienestar de las personas. Este enfoque integral facilita el diseño de políticas públicas más efectivas y dirigidas a abordar las diversas dimensiones de la pobreza.

Gráfico 3. Comparación entre la pobreza monetaria y la pobreza multidimensional en el año 2022.

Fuente: Elaboración propia con datos del Instituto Nacional de Estadística (2023)

A diferencia de la pobreza monetaria, que mide la pobreza basándose únicamente en el nivel de ingresos y la capacidad de adquirir una canasta básica de bienes y servicios, el IPM evalúa la pobreza desde una perspectiva más holística. Por ejemplo, en 2022, se registraron 1.297.537 personas en situación de pobreza multidimensional en Paraguay. De estas, el 55,74% también eran consideradas pobres monetarios, lo que significa que enfrentaban tanto la falta de ingresos como otras privaciones significativas. Sin embargo, el 44,26% restante de las personas pobres multidimensionales no eran pobres monetarios, lo que indica que, aunque no carecían de ingresos, sí enfrentaban otras formas de privaciones, como la falta de acceso a servicios básicos o condiciones inadecuadas de vivienda.

Para abordar eficazmente la pobreza en Paraguay, es crucial mejorar la calidad de los datos y adoptar un enfoque multidimensional en su medición. La calidad de los datos es fundamental para comprender plenamente la magnitud y las características de la pobreza, lo que a su vez es decisivo para diseñar políticas públicas efectivas y programas sociales que realmente aborden las necesidades de las personas vulnerables.

El uso de métodos tradicionales, como la Línea de Pobreza basada en ingresos, proporciona una visión general de la pobreza monetaria, pero tiene limitaciones significativas al no considerar otros aspectos esenciales del bienestar humano. La introducción del Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) representa un avance importante al incorporar dimensiones adicionales como la salud, la educación, el acceso a servicios básicos y la seguridad social. Este enfoque permite identificar con mayor precisión las áreas de privación y diseñar intervenciones más efectivas.

¿Cómo pueden las nuevas tecnologías contribuir a mejorar la calidad de los datos y la precisión en la medición de la pobreza? ¿Qué papel juegan las comunidades locales en la recolección y verificación de datos sobre pobreza? ¿Cuáles son las mejores prácticas internacionales en la medición multidimensional de la pobreza que podrían ser adaptadas en Paraguay?

Explorar estas preguntas en futuros estudios permitirá un entendimiento más profundo y completo de la pobreza, facilitando el desarrollo de estrategias más efectivas para su reducción. La constante evolución de las metodologías de medición y la incorporación de nuevas tecnologías serán clave para enfrentar los desafíos que presenta la pobreza en Paraguay y en otras regiones del mundo.

Bibliografía

Alkire, S., & Foster, J. (2011). Counting and multidimensional poverty measurement. Journal of Public Economics. doi:https://doi.org/10.1016/j.jpubeco.2010.11.006

Bázan, A., Quintero, M. L., & Hernández, A. L. (2011). Evolución del concepto de pobreza y el enfoque multidimensional para su estudio. 13(1), 207-219. Obtenido de https://quivera.uaemex.mx/article/view/10168

Dirección General de Estadística, Encuestas y Censos. (2012). Necesidades básicas insatisfechas, una aproximación a la pobreza estructural. Obtenido de https://www.ine.gov.py/Publicaciones/Biblioteca/documento/ebc6_Necesidades%20Basicas%20Insatisfechas%20(NBI).pdf

Dussel Peters, E. (1993). ―Quo Vadis, Señor Brady? The Brady Initiative: A way out of the global debt economy? Review of Radical Political Economics. Obtenido de https://journals.sagepub.com/toc/rrpa/25/1

Hobsbawm, E. J. (2003). Años interesantes : una vida en el siglo XX. Barcelona: Barcelona : Crítica. Obtenido de https://www.sidalc.net/search/Record/cat-unco-ar-46425/Description#holdings

Instituto Nacional de Estadística. (2023). Índice de pobreza multidimensional. Obtenido de https://www.ine.gov.py/publication-single.php?codec=227

Instituto Nacional de Estadística. (2023). Pobreza monetaria y distribución del ingreso. Obtenido de https://www.ine.gov.py/publicacion/4/pobreza

Organización de las Naciones Unidas. (2012). Objetivos de Desarrollo Sostenible. Obtenido de https://www.undp.org/node/327976

Sen, A. (1999). Development as Freedom. Obtenido de https://www.wildy.com/isbn/9780198297581/development-as-freedom-hardback-oxford-university-press

Spicker, P. (1999). The International Glossary on Poverty. London: Zed Books. Obtenido de https://research-information.bris.ac.uk/en/publications/the-international-glossary-on-poverty

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